Es San Valentín, mi compañero y yo decidimos que es viernes y es hora de probar ese chiringuito de playa junto al Bord de Mer, que vemos durante la semana. Desde fuera podría asimilarse a cualquiera de la costa mediterránea, a mi personalmente me recuerda a los de Castelldefels o Cala Salamanca en Ibiza . Por esa cercanía al agua y a la arena de playa.
Primero de todo, hay 3 locales, uno junto al otro. Mi compañero ya me avanza que el del medio es de gente local y el resto no tanto. Aparcamos el coche con algo de dificultad ya que hay muchos coches en doble fila, todavía no sabemos como se gestiona la doble fila así que buscamos aparcar de manera normal, aunque sea más lejos. Nos dirijimos al primero y parece tener un ambiente Libanés, con pipas de fumar de agua y una decoración en rojo muy de parejitas, nos miramos y decidimos mirar el siguiente, el de gente local. El segundo parece estar bastante bien, en madera, música agradable, pero justo en el menú para comer no parece muy atractivo, parece mas para hacer una copa. Decidimos ir al tercero. Este último, parece también frecuentado por locales, pero con un toque mas de restaurante. Cuando buscamos mesa, nos anuncian que esta lleno, normal, es el mejor aparentemente. Decidimos ir al segundo, Voile Rouge. Entramos y nos proponen sentarnos en primera linea junto al mar con los pies sobre la arena, iluminados por un lejano foco que proyecta largas sombras sobre la arena. La música es tranquila, entre el reggae y clásicos americanos que se mezclan con el romper de las olas. Hay luna llena, el cielo esta despejado y se pueden apreciar alguna estrella. El más luminoso, Júpiter,según el skymap de android. Nada mas llegar nos ponen una mesa que se rompe en el mismo instante que la apoyan. Nos ponen un par sillas mientras buscan una mesa. Pasados 20 minutos con la mesa y las sillas, vemos pasar la primera camarera y les pedimos dos cervezas y la carta. Pasados 20 minutos más llegan las cervezas. El tiempo pasa rápido por lo agradable que es el sitio. Aprovechamos para pedir, un cuarto de pollo a la brassa y un Calzone, viendo las velocidades nos avanzamos a pedir una ronda mas de cervezas aun teniendo la mitad por acabar. Aquí las cervezas mas habituales son la "33" y "Castel", también hay gabonesas pero son de talla grande. Pasados 10 minutos mas nos traen las cervezas y nos comunican que no hay Calzone, ni pizzas, el horno esta cerrado. Me decido por una milanesa con arroz. 10 minutos mas tarde, la camarera vuelve y adivinar.....si....parece increíble....pero ahora no hay pollo a la brasa para mi compañero. En estos casos lo mejor es ir a lo seguro, es decir, milanesa tambien para el. Por fin, a las 00:00 de la noche tras haber llegado a las 22:00, nos traen los platos. Comemos tranquilamente, al final el dueño se acerca amablemente a pedir disculpas y ofrecernos un Armagnac en conpensación. No nos negamos. Tras pedir la cuenta y pagar parece que estaba escrito, empieza a llover, tras aguantar un rato, nos retiramos.
Hasta aquí nuestra experiencia gabonesa en la playa. Si tienes paciencia, en este país todo llega. Step by Step.
La Voile Rouge
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