martes, 18 de marzo de 2014

Mbolo Ecuador

     Este Domingo tocaba excursión hacia el interior del país. Buscábamos una meta, dado que aqui no hay muchas referencias turísticas, ni muchas carreteras que seguir. Así que después de que la ultima semana nos acercamos a Punta Esteiras hacia el norte de Libreville, este fin de semana iremos hacia el este. Lambarené es un lugar bastante conocido pero fuera del alcance de un dia de excursión. Nuestra compañera Gabonesa, nos ha comentado que en el ecuador se puede ver una linea en el cielo, aunque esto parezca curioso nos a motivado a ir. Mi compañero también ha reflexionado que nunca ha estado en el hemisferio Sud.Decidido nos vamos al ecuador.

      Domingo las 10:30 de la mañana, salimos con retraso pero bien aprovisionados de gasolina, agua y unas chips de bananas. Libreville como todas las ciudades del mundo no es lo mismo salir por un lado que por otro. Así que hacia el este nos encontramos con los suburbios un poco mas deprimidos, como veréis en las fotos. Salimos por la nada menos N1 del pais. Este primer tramo no pasa de carretera local de Villabajo. Tras llegar a una gran rotonda y cruzar interminables mercados coloridos y animados salimos a una vía mas confortable, 3 carriles un estrecho para nosotros un del medio para el que quiera y otro para los que van en sentido contrario. Poco después entramos en una carretera más estrecha, parcheada y con ciertos agujeros que en caso de despiste puedes acabar como la foto que podréis encontrar en el link, la dirección rota. Aqui es normal que los coches de siniestro total queden en la misma carretera o se aparten lo justo para no molestar y la naturaleza haga su trabajo. Para conducir, como os podréis imaginar , no hay normas, la más importante es estar atento y sálvense quien pueda. Si viene un coche de cara en tu carril, puede que este esquivando un abujero en el camino. Si un coche quiere adelantar, no esperara que tu pases...adelantara y ya te apartaras incluso si la curva no tiene visibilidad. Si la carretera es buena, es mucho peor...corren como locos y si necesitan trazar la curva mas cerrada cogen TODO tu carril, no una parte como pasa por alli. Las cargas de las pick up, sin comentarios, cualquier noción de compensación de la carga es nulo. Para evitar estas velocidades han puesto unos badenes de ciudad en plena N1, que te obligan a pasar a 10 km/h, si no quieres quedarte sin coche. Evidentemente en el primer baden pierdes los dos amortiguadores delanteros. Bueno hecho el repertorio, mejor mirar las fotos. Volviendo a la carretera, el último tramo esta recién hecho y la verdad que la percepción del país con una carretera nueva es totalmente diferente. Todo parecia mejor, mas limpio y menos peligroso.

     A medio camino paramos para contemplar que la mejor manera de evitar el calor es darse un baño en el rió unas mientras los otros trabajan. Un poco mas adelante paramos en un par de puentes que cruzar lo que parece ser un gran Rio, posteriormente en el mapa comprobamos que es el final del estuario de Libreville. En una de las orillas contemplamos los troncos descendidos por el rio hasta este punto y que esperan ser llevados hasta el Puerto de Libreville.

     Después de esta parada y tras 140 km de carretera desde Libreville, llegamos al Ecuador. Paramos el coche y nos bajamos. Casualidad el sol esta en todo lo alto con lo que en menos de 30 segundos empiezo a sudar  y a notar el peso del sol en pleno ecuador. Mientras hacemos unas fotos, enviamos unos mensajes y buscamos la misteriosa linea en el cielo, pasa todo una serial de lugareños por la carretera que gentilmente nos preguntan si se nos ha roto el coche. Inexplicablemente para ellos, le contestamos que estamos experimentando el ecuador y sus magnetismos. Para finalizar se nos presentan rápidamente 2 lugareños que vienen corriendo a ver que haciamos, supongo que un blanquito y un mestizo llaman siempre la atención sobretodo si andan por los campos. Antes de irnos preguntamos por un lugar para comer. Nos indican que más adelante encontraremos un hotel. Dicho y hecho seguimos camino. El paisaje es el mismo desde que salimos de  la ciudad, selva, selva y mas selva. Selva que amenaza de devorar la carretera si dejan de pasar los coches. Tras 35 kilometros mas llegamos al cruce con la carretera de Lambarené, que discurre paralela el rio Ogoué. Tras no encontrar el hotel decidimos entrar en un bar/taberna local para tomar una cerveza, dado que la comida no parecía muy apetecible. 

     Nada mas entrar vemos el ambiente local. Compuesto por lugareños pero con un alto porcentaje de mujeres de todas las edades tomando cervezas de 625 ml. Curioso. Nos sentamos y pedimos dos cervezas pequeñas, poco de hombres pero con el bochorno que estaba callendo se iban a calentar y las ibamos a sudar nada más tomarlas. Pues  no hay. Asi que dos de las grandes...Pido para lavarme las manos y la dueña me trae el culo de una garrafa cortado con agua limpia...yo me digo que si consigue jabón me las lavo. Efectivamente me saca el Fairy y todos tan contentos hasta que me saca un trapo de cocina para secar. Merci, asi mojaditas y limpias estan mejor. Hacemos el primer brindis y en la mesa de al lado nos invitan a participar en su conversación, yo como el acento gabonés se me da mal, me abstengo, pero mi compañero me anima a introducirnos en el ambiente local. Después de las clásicas preguntas, no asaltan con el tema del color, que yo soy blanco y mi compañero mestizo. Si y que. Nos razonan que mestizo es que alguien de su familia es blanco y quieren saber quien y porque...porque yo estoy moreno pero no es lo mismo que mestizo... bueno esta conversación pronunciada con 1 litro de cerveza en el cuerpo tiene más salsa.... a continuación empezamos hablar de las etnias y los idiomas y la etnia principal del país el la Fang, y entre muchas palabras nos enseñan Buenos dias, Mbolo. Esto provoca nuestra sonrisa dado que es el nombre del centro comercial mas grande de Libreville. Después pasamos al tema del paro y el trabajo...y acabaron por pedirnos los teléfonos y trabajo como albañiles. Mi compañero se ofrece a pagar 2 rondas a cada uno, incluyendo un par de cartones Don Simon, por la entrañable conversación. Aqui la cosa se empieza a poner peligrosa dado que la mezclas y con estos ingredientes no pintaba bien. Asi que amablemente nos hacemos una foto de grupo y nos despedimos. 

     La vuelta en coche se nos hace plácida porque sale el sol de media tarde y nos regala unos bonitos paisajes. Esta vez, como paso a ser copiloto aprovecho para tomar unas instantáneas sobre la marcha. Ya al final del camino llueve y encontramos los típicos atascos europeos de vuelta del fin de semana para entrar a la ciudad. Cuando llegamos a casa nos damos cuenta que hemos realizado 350 km y que estamos destrozados. Ducha y dormir que la semana empieza fuerte como siempre.

Fotos

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