domingo, 13 de abril de 2014

Nyonié

     Estas últimas semanas he estado liado con la visita de mi media naranja y no he podido actualizar el blog. El poco tiempo que compartimos desde hace dos meses hay que aprovecharlo y así lo hemos hecho.

     El primer fin de semana que estuvimos juntos fuimos a visitar la reserva de Wonga-Wongué que tiene como punto de partida el pueblo Nyonié. Pueblo con 3 casas de madera junto al mar.

     Para reservar solo hay que llamar al teléfono que encontrareis por Internet o alguna guía para reservar “ Chez Beti”. Después de la reserva os explicaran que el sábado debéis ir a Michelle Marine a coger una Pirogue (lancha) que sale teóricamente a las nueve. Como no sale muy indicado y nosotros nos perdimos la primera vez cuando fuimos lo indicaré brevemente. Coger Bord de Mer dirección Hotel Meridien y después de 1km encontrareis un letrero rojo a la derecha de un establecimiento con el nombre de Michelle Marine. Girar en este punto y no os desvíes hasta llegar al puerto. El puerto es un hormiguero del movimiento de forma irregular. Barcos, lanchas, motos de agua que se remolcan para entrar y gente arriba y abajo.

     Tras 30 minutos de espera salimos con nuestra lancha a cruzar el estuario. El agua esta en calma y tenemos un trayecto agradable de sol y aire que nos conduce hasta el puerto dentro de una de las ramificaciones del estuario, tras una hora de viaje. Allí nos espera un 4x4 tipo pick up para llevarnos hasta nuestras cabañas. El pick up es un Toyota Land cruiser de los primeros modelos, que le han colocado 3 bancos artesanales  en la zona de carga para 12 personas mas el conductor. Es increíble lo indestructibles que son estos coches. A toda carga, por esos caminos y todos esos años y ni una queja ni un ahogo de motor. Sube, baja, cruza charcos, barro, agujeros,… indestructible.

     El camino discurre por plena selva Gabonesa, verde y exuberante. Abriéndose de vez en cuando a claros tipo sabana, donde esperamos ver los elefantes. Tras 1 hora larga de trayecto, llegamos a destino. Unos austeros barracones, limpios y ordenados junto a una salvaje playa tropical, toda para nosotros.

     Es casi la hora de comer así que nos dirigimos al porche donde se come, para hacer el aperitivo. Barra libre de bebidas y olivas negras para acompañar. No falta casi de nada, así que a disfrutar. El grupo con el que veníamos es muy simpático y variopinto. 3 Chicas francesas y 1 chico francés que trabajaban en un casino en francia y ahora una de ellas fue al Congo a trabajar y el resto vino de visita. La chica del Congo hablaba perfectamente castellano de su Erasmus en Barcelona. Familia de Padre descendiente españoles, Andalucía. Con hijo que habla español y novia de Tahiti de port Gentil. Una guatemalteca por trabajo en Libreville con marido Gringo. El lío de idiomas estaba servido. La comida estuvo bien y lo más simpático es que el propietario se sienta  a la cabeza de la mesa de 30 personas como si fuera una familia. Después de la comida las sobras las ponen en un tronco para que tipo de minilagarto de comodo salvaje de 1,2 metros de cabeza a cola se lo coma. Asombroso.

     Por la tarde safari con nuestros indestructibles. Tan indestructibles que pinchamos un vez. Cambiamos rueda. Pinchamos la segunda  e hicimos media hora por esos caminos de barro sin ningún problema con la rueda pinchada hasta que llego una severa cuesta que bloqueo nuestro avance, por casualidades de la vida justo encontramos cobertura para llamar y además en 10 minutos nos atrapo otro de los indestructibles toyota para prestarnos su rueda de recambio. Nuestro grupo tuvo la suerte de ver una manada de elefantes al principio unos 7 y depués un grupo de 3 más. Nosotros nos dejamos los prismáticos y hacen falta porque en cuanto te acercas salen corriendo. Respecto al resto de animales nada de nada. Después en las cabañas pudimos ver como con una camara oculta en la selva hay de todo (chimpancés, leopardos, gorilas, elefantes, bambis,….), pero es muy difícil de ver y menos en un par de horas. El paisaje de todas maneras impresionante.

     Al día siguiente tocaba safari a pie por los alrededores, así que a las 5:45 estábamos desayunando para salir a las 6:00 de la mañana. En el safari no vimos nada, pero teniendo en cuenta que íbamos a pie y que el guía solo llevaba un machete, mejor estuvo así. El paisaje y la salida del sol estuvieron muy bien.



    Mañana libre para bañito en la playa y vermú. Después de la comida retorno con el 4x4 y lancha.



No hay comentarios:

Publicar un comentario