Ya estoy aquí otra vez. La aclimatación va llegando y las anécdotas
se van reduciendo o se van haciendo
parte de mi vida y cultura. Ya tengo Internet en casa!! Una gran noticia, ya
que permite conectarme cada noche con el mundo. Resumiendo un poco el sistema
Gabonés de Internet, aquí el modem no lo regalan sino que vale alrededor de 150
€ con wifi, el mejor que había, el siguiente inferior no tiene wifi. La
conexión no es por cable, ni depende de la cercanía de la centralita para saber
la cobertura. Funciona como un teléfono móvil que repite la señal. Pedir que
llegue el cable puede costar un par meses mínimos y no estamos para esos
“timings”. La velocidad máxima prometida es 1 Mb por unos asequibles 90 euros
30 dias al mes, pueden ser 7,15 dais, con esos precios no penseis que todo el
mundo puede pagar el mes entero. Ya sabeis que los máximos no se alcanzan nunca
así que no conformamos con unos 200Kb/s de punta que llega para un Skype o
escuchar una radio. La televisión ya es demasiado. Pero sinceramente conectarte
al mundo es genial.
Llevo una semana en la casa y ya he sufrido un corte de agua
de un guarda de seguridad despechado y el corte de electricidad varias veces
como algo ya conocido por los locales. Los cortes se justifican de mil y una
maneras pero al final un corte de luz es
un corte de luz. En el trabajo también lo sufrimos aunque allí tenemos grupo electrógeno. No
duran mucho pero puede ser suficiente para estropearte todo lo que tenga en el
congelador y la nevera. Así que he aprendido hacer las compras de nevera
semanales, nada de mensuales. También nos han comentado que los cortes de
electricidad afectan a los almacenes y que para comprar congelados o productos
que sufren con el calor a que mirar que no hayan sufrido largos periodos a
temperaturas elevadas. Por ejemplo el chocolate hay que abrirlo para saber si
se ha fundido, los congelados mirar si tiene cristalizaciones por humedad
congelada,….Todo por un precio el kilovatio aproximado incluida la potencia de
0,21 €/kw. Por aquí la electricidad se paga por adelantado , más concretamente
como si fuera un teléfono prepago, según algunos como en Inglaterra. Para
obtener la recarga vas al local de la compañía que puede ser un kiosco
callejero pagas y te dan un código para introducir en tu contador y se te
cargan automáticamente los kw pagados. Por eso hay que tener una recarga a mano
para las emergencias, no vaya a ser que a media noche te quedes sin luz y los
kioscos estén cerrados.
Esta anécdota la pondré a aparte, por que creo que se la
merece. El pasado viernes, me llama mi compañero de casa y trabajo y me comenta
que nos hemos quedado sin luz, hay que recargar. Cojo el coche y me dirijo a
cargar según me han indicado por teléfono. Como no consigo encontrar el sitio
con las indicaciones y es de noche, decido acercarme a la casa a ver si el guardián
me puede repetir mejor las indicaciones. Al llegar el guardián se ofrece a
acompañarme para indicarme. Me aclara que me acompaña a casa de su hermana que
vive cerca y ella nos indicara. Llegamos a un calle de chavolas y me pide
aparcar y bajar. Yo le digo que le espero en el coche. El insiste que quiere
presentarme a su hermana. Yo le digo que gracias, pero que un blanco en un barrio
de chavolas por la noche no es buen sitio. El insiste que es su barrio, donde nació,
y que quiere presentarme a su hermana. En esos momentos echas tú destino a la
mirada transparente de la gente y haces lo que no debes hacer. Así que salgo
del coche y lo sigo. Nada mas cruzar la calle, un señor mayor empieza a gritar
y hacer aspavientos, yo con el miedo en el cuerpo no se que pensar, tras unos
segundos de tensión. El guardian retrocede para recoger del suelo la gorra que
se le había caído. Ufff… Avanzamos unos metros por la carretera buscando entre
las diferentes callejuelas que se deslumbran entre las casas hasta que paramos para preguntar a un
grupo de jóvenes por el nombre de su hermana. La caras son amables y simpáticas,
con lo que me empiezo a sentir mejor después de los primeros momentos. Uno de
ellos se ofrece para acompañarnos. Cogemos el primer desfiladero que nace de la
calle principal iluminada para introducirnos en el laberinto de oscuridad que
queda solo salpicado por la luz que traspasa la ventanas de alguna chavola. En
estos momentos me vienen a la cabeza las imágenes de la película “ciudad de
dios” que narra las malas vidas en las favelas Brasileñas. Tras andar un par de
minutos y serpentear entre las diferentes casas llegamos a una abertura en una
casa, tras apartar la cortina se deslumbra un salón con sofas y una pantalla
TFT de más de 40”. La gente se levanta con una sonrisa en la cara de
reencontrarse con un familiar. Tras unas presentaciones e intentar adivinar
donde esta el local para cargar la electricidad, el sobrino decide
acompañarnos. Volvemos y tras dudar en
un par de cruces, le pregunto al guardián si el realmente había nacido aquí. Me
responde que hace ya mucho tiempo que se fue y que las calles cambian. Subimos
al coche y finalmente llegamos un chiringuito africano, donde no hay ningún
cartel, en el chiringuito donde hay una chica con un ordenador y una conexión a
Internet se recarga la electricidad. En el camino de vuelta el guardián me
habla de las bondades de comprar un fluorescente con batería que se enchufa a
la corriente, todo el mundo lo tiene, me dice, al día siguiente, en el
supermercado pude comprobar que es un articulo de gran consumo.
Como te vuelvas a meter en una favela de noche vestido con camisa me vas a oír...un beso "fitipaldi".
ResponderEliminarEste reportero deberia ser mas constante en sus mensajes y ayudar a los que no viajamos para tener conocimentos de primera mano de esos lugares. -.................. Perdón...... tendras trabajo.
ResponderEliminar